El éxito en el ámbito empresarial no ocurre por casualidad, las organizaciones que logran mantenerse en el tiempo son aquellas que comprenden profundamente su propósito. Wendy McGuiness, con su “Pirámide de Estrategia”, nos ofrece un marco fundamental.
El propósito de una organización está compuesto por tres pilares clave:
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- Misión
- Valores
- Visión
Estos tres elementos son la brújula que guía a cualquier empresa en su toma de decisiones y acciones diarias.
En esta primera publicación, nos enfocaremos en el Propósito de la organización, entendido como la base de cualquier estrategia exitosa. Más adelante, profundizaremos en la estrategia como un vehículo para alcanzar ese propósito, y finalmente, en una última entrega, exploraremos la ejecución: cómo convertir la visión en realidad a través de acciones concretas.
Misión: ¿Por qué existimos? ¿Cuál es nuestra razón de ser?
La misión es la declaración que define por qué una empresa existe. No se trata solo de lo que hace, sino de por qué lo hace. Esta respuesta debe inspirar a todos los que están vinculados a la organización, desde los empleados hasta los clientes.
Un buen ejemplo es Patagonia, cuya misión de «estar en el negocio para salvar nuestro hogar, el planeta Tierra» trasciende la simple fabricación de ropa deportiva. Esta declaración resuena profundamente con sus valores ecológicos y sociales, permitiéndole mantenerse fiel a su propósito mientras crece en el mercado global.
A lo largo de mi carrera como consultor, he trabajado con diversas organizaciones, ayudándolas a redefinir su misión para alinear mejor sus operaciones con sus valores y con las expectativas del entorno. Esta experiencia me ha permitido colaborar estrechamente con líderes y equipos para asegurar que la misión no solo fortalezca la identidad de la empresa, sino que también motive a su equipo a trabajar con mayor sentido de propósito.
Valores: ¿Qué es importante para nosotros? ¿Cómo nos conducimos como personas?
Los valores son el código ético y moral que guía el comportamiento dentro de la empresa. Son los principios que dictan cómo la organización opera y se relaciona con sus stakeholders. Los valores deben ser claros, auténticos y compartidos por todos los niveles de la organización.
Google, por ejemplo, se ha mantenido firme en su valor de «no ser malvados» («Don’t be evil»), lo que les ha permitido construir una cultura interna basada en la transparencia y la innovación.
Durante mi tiempo en organizaciones como Cinépolis y otras instituciones donde he desempeñado funciones ejecutivas, he aprendido que cuando los valores son más que simples declaraciones, las empresas experimentan una mayor lealtad de sus empleados y clientes. Ayudar a las empresas a identificar y vivir sus valores ha sido clave para construir una cultura organizacional sólida y resiliente, capaz de resistir crisis y generar confianza.
Visión: ¿Qué queremos ser? ¿Cómo nos visualizamos en el futuro?
La visión es la imagen futura de lo que la empresa aspira a ser. Una visión poderosa inspira, guía y motiva, sirviendo como una estrella polar para todos los que forman parte de la organización.
Tesla, por ejemplo, tiene como visión «crear el futuro de la energía sostenible», lo que ha impulsado a la empresa a innovar continuamente y romper barreras en las industrias automotriz y energética.
Trabajando de la mano con líderes y equipos, he podido ayudar a convertir visiones ambiciosas en planes tangibles que no solo inspiran, sino que también generan resultados medibles y compartidos por todos.
La Estrategia: Más que un plan, es la ruta hacia el propósito
Es fundamental destacar que la estrategia no es la consecuencia de la planificación, sino todo lo contrario. La planificación es solo una herramienta dentro de una estrategia más amplia. La estrategia es la hoja de ruta que nos permite cumplir con el propósito definido por la misión, los valores y la visión. Desde mi experiencia en cargos directivos y como consultor, he visto cómo una estrategia bien formulada y alineada con el propósito puede hacer que una organización sea más resiliente y ágil frente a los desafíos del mercado.
Además de mi trabajo como consultor, soy profesor de posgrado, imparto materias relacionadas con el diseño organizacional y la gestión del cambio principalmente. En estos cursos, la estrategia juega un rol preponderante, ya que es el eje que guía la transformación organizacional. A través de actividades prácticas y foros de discusión, los estudiantes no solo se nutren del marco teórico, sino que también aprenden de la experiencia compartida entre ellos, lo que enriquece profundamente el aprendizaje. Este enfoque me ha permitido ver cómo la estrategia, cuando se alinea con el propósito, es un factor clave para el éxito a largo plazo.
En mi próxima publicación, profundizaré en cómo diseñar una estrategia sólida que esté alineada con el propósito de la organización. Y más adelante, veremos cómo llevar esa estrategia a la práctica, centrándonos en la ejecución efectiva.
Conclusión
El éxito organizacional está profundamente vinculado a un propósito claro y compartido. Definir la misión, los valores y la visión de tu empresa no es solo un ejercicio teórico; es la base sobre la que se construyen todas las decisiones estratégicas y operativas. Al entender quiénes somos, qué representamos y hacia dónde vamos, podemos planificar, liderar y ejecutar con un propósito sólido y sostenible.
Si te encuentras en una etapa donde tu empresa necesita claridad estratégica o si deseas asegurarte de que tu misión, valores y visión están alineados con tu crecimiento futuro, estaré encantado de conversar y explorar cómo puedo apoyarte con base en mi experiencia como consultor y formador.
La estrategia no es solo el destino, es el camino. ¿Cómo podemos trazar juntos el futuro de tu organización?
Referencias
- Harvard Business Review
- Gartner
- MIT
- Universidad Anáhuac
- KPMG
- PWC
- Wendy McGuiness: “The Strategy Pyramid”